Mario Luis Altuzar Suárez: Director General

Ana Rosa García Cruz: Gerente

Omar Flores: Coordinador Editorial

 

Novela

Capítulo I

La Manifestación

Capítulo II

El Elegido

Capítulo III

El Secreto de  la Abuela

Capítulo IV

El Adepto de la Oscuridad

Capítulo V

El Viajero Dimensional

Capítulo VI

Los Misterios

de Karla

Capítulo VII

Contacto en el Equinoccio

Capítulo VIII

La Encrucijada

de Martiniano

Capítulo IX

La Revelación

Capítulo X

Las Fuerzas Ocultas del Hombre

Capítulo XI

El Mandato Divino

Capítulo XII

Las Claves del Iniciado

Capítulo XIII

La Renovación

El Autor

 

Ensayo

De cómo se desvío el Destino de México.

Poesía:

La Hora de los Muertos.

Homenaje a Hiroshima.

Cuento;

El Signo de los Tiempos.

Premio UNESCO de Literatura 93.

Metafísico:

Guía del Despertar del Espíritu.

Esotérico:

Tomo I

Del Archivo de Merlín.

Adam Kardmón

La Conspiración del Fin del Mundo

Por Mario Luis Altuzar Suárez

 

Capítulo III

 

El Secreto de la Abuela

 

Del desconcierto Eduardo pasa a la consternación. En sus treinta y tres años de actividad política jamás había cometido un error que obstaculizara sus ambiciones personales. Siempre se ajustó para salir airoso en el arte del ejercicio brutal de la política. Una trayectoria que en este mil novecientos noventa y siete, a sus cincuenta y seis años de edad, se le consideraba por amigos y adversarios, como un consagrado político por encima de su formación profesional en el ramo económico que culminó cuando despertaba el espíritu soberano de los europeos para oponer férrea resistencia a la agresiva expansión monetaria de los Estados Unidos.

Su nerviosismo tenía fundamento. Creyó proporcionarle un momento de esparcimiento a su Jefe y amigo con la inverosímil historia del director general del Centro Médico de Urgencias Populares, sobre el moribundo que se recuperó, supuestamente, en forma milagrosa y se esfumó sin dejar el menor rastro. Una fantasía que, pensó, provocaría la risa en su interlocutor. En cambio, Su Excelencia le reprocha agriamente su frivolidad y falta de sensibilidad ante un fenómeno estratégico para su encargo: La Seguridad Nacional. Eduardo no alcanza a comprender la razón del reclamo y se afirma en su convicción del engaño que sufrió un médico de reconocida trayectoria internacional.

Iba a contestar con un razonamiento basado en el Recurso del Método para aclarar lo que creía era una confusión en su Jefe, pero guarda un discreto silencio por la aparición en la puerta del amplio salón alfombrado, de una anciana de regia vestimenta coronada con un rebozo de seda negra que impide ver su rostro. La edad de la mujer se presiente por su paso lento que no ha perdido la firmeza y rechaza el posible uso del bastón. El silencio reinante es el honor ofrecido con respeto a su investidura. Camina hasta una mecedora de caoba que se encuentra a un lado del escritorio del Mandatario. Suavemente se acomoda, y cruza los largos y huesos dedos de piel arrugada con uñas perfectamente manicuradas. La sombra que protege su rostro crea un ambiente de misterio. Con voz hueca y profunda exige que continúe la discusión:

-         Por mi no se detenga. ¡Prosigan!

Repuesto de la sorpresa, el político inquiere con la mirada y recibe como respuesta.

-         No te preocupes. La Abuela es mi consejera personal. –Y con la ira personal resume a la recién llegada la experiencia del Encargado de la Política Interior y califica su actuación de descuidada. Confirma:

-         Es incapaz de evaluar situaciones estratégicas para la seguridad nacional del país. ¡Es un....

-         ¡Ya! ¡Te ordeno que te calmes, Rodolfo! –Interrumpe la anciana en forma de regaño--, tu amigo no tiene la obligación de valorar un hecho del que desconoce sus alcances por ignorar su origen. ¡No te acuerdas? Tú mismo eras escéptico. ¿Ya se te olvidó? Recuerda como llegaste a mi: Cuando eras candidato emergente me buscaste para consolidar tu desorientación y abriste desmesuradamente los ojos. Me mirabas desde esta misma mecedora que estaba en ese tiempo en mi departamento, sin dar crédito a mis palabras. Te convenciste al ver las pruebas que te mostré para respaldar la información secreta que tanto esfuerzo y dinero ha costado en la historia, desvirtuarla ante los ojos de la muchedumbre. ¿Cómo esperas, entonces, que este hombre pudiese valorar un fenómeno de tal importancia?

Conforme se deslizan las palabras, el Jefe de las Instituciones parece tranquilizarse. En cuestión de segundos pasan las imágenes de los recursos: Al ser designado candidato emergente, ante la magnicidio del abanderado en campaña y por influencia de un poderoso asesor de origen europeo, su antecesor en el cargo le sugirió visitar a esa mujer que públicamente acepta tener más de cinto cuarenta años. Llegó a su departamento y al recibirlo en la puerta le dijo:

-         Tú si aceptaste venir a verme. ¡Qué bueno! Vas a vivir. – Y lo sentó en su sofá color marfil para dos personas. Una plática sobre geopolítica latinoamericana, acompañado por un extraño licor de sabor exquisito. Lo invitó a descansar en la mecedora y las palmas de las manos femeninas se posaron sobre su cabeza para recitar una frases extrañas. Siente de nuevo el sudor frío que corrió por su espalda cuando se comprometió a recibir el cargo que se le encomendaba.

En realidad, Rodolfo no creía en esas cosas atribuidas a la ignorancia y al fanatismo. Pero por no dejar y evitar cualquier sobresalto en culminar con la máxima investidura su meteórica carrera administrativa dividida en dos etapas de quince años cada una; la primera de puestos secundarios y la segunda de adelantar sus propias expectativas en posiciones de primer nivel. Sus padres estaban muy orgullosos del mejor de sus nueve hijos que sabía explotar su magnifica memoria fotográfica para memorizar y, por ejemplo, terminar en dos los tres años de bachillerato tecnológico. ¡Sabía que tenía que compensarles de alguna manera a sus padres! Sus esfuerzos económicos y privaciones personales para brindarle estudios en el “infierno”, así conocida la ciudad de Mexicali por encontrarse tres metros abajo del nivel del mar. La frustración paterna se intuyó con la amenaza del abuso de su ingenuidad provinciana y dedicación a la escuela, por una jovencita de comportamiento escandaloso en la colonia Portales y que se legitimó socialmente al casarlo mucho antes de que pensara siquiera en titularse. Al ser designado candidato emergente, a sus cuarenta y tres años, tenía la vitalidad y el podría hacerse del poder para sortear cualquier contratiempo en su objetivo de compensar el esfuerzo y dedicación paternos y por fin demostrarles que no se habían equivocado. Por eso, cuidadoso de todos los detalles, acudió a la cita con esa anciana que, desde que asumió el importante cargo, le permitió mudar la mecedora y todo lo demás a la todavía conocida como Casa Presidencial o Residencia Oficial. Interrumpe sus cavilaciones al oír:

-         ¡Ofrécele una disculpa a tu amigo! – Y en forma automática estrecha la mano de su subalterno y con un fuerte abrazo toman asiento debajo de un retrato que cuelga en la pared norte de la estancia.

La plática recupera su cordialidad. Eduardo se muestra incrédulo al escuchar que el sistema político y social es amenazado por la potencial aparición del Adam Kardmón, el nombre que identificó al herido. No se trataba de un nuevo Mesías, lo que representaría un problema menor y controlable. El peligro es realmente mayor. ¡Representaba el Despertar del Espíritu de la humanidad! El colapso de los círculos concéntricos del poder y la razón de ser del sistema productivo, alcanzaría un pronóstico apocalíptico mundial. Y se debería evitar sin escatimar esfuerzos y recursos, en defensa de preservar el desarrollo científico y tecnológico del hombre.

-         ¿No estoy soñando, verdad? -- Ironiza el Encargado de la Política Interna--, es fantasioso que el espíritu o como le dicen ustedes, su despertar, pueda causar tantos estragos. Una cosa tan intangible pertenece a los religiosos. Lo nuestro es la realidad palpable y constante. La industria maquiladora es de vital importancia, tanto para el país como para los consumidores, los vecinos del Norte, con su potencial bélico y su perfeccionamiento para reducir costos de producción en el exterminio, hasta hora, el mejor sistema para conservar el equilibrio de la especie en el mundo. El desarrollo de las armas, lo hemos comprobado en las comunidades indígenas. ¡Es material y ataca a la materia! El planeta cuenta con cerca de seis mil millones de personas con más de doscientas naciones reconocidas, con gobiernos perfectamente establecidos y respaldados con financiamiento de organismos internacionales que sostienen sus niveles de armamentos y su obediencia al modelo económico. Después de Mahatma Gandi, asesinado en 1948, a un año de haber logrado la Independencia de la India, nadie ha podido reasumir un liderazgo espiritual que puedan ofrecernos antecedentes que fundamenten esas inquietudes. Considerar al espíritu como un potencial desestabilizador, es incurrir en yerros irreales. ¿Ya se olvidaron de la Tertio Millenio Adviente? Consagra en este tiempo y espacio que vemos y tocamos, un año al Espíritu Santo y aquí, somos respetuosos de los credos religiosos, máxime que son nuestros aliados naturales por intereses económicos y políticos, lo que descarta cualquier movimiento de protesta. Además, en la redacción del documento ecuménico se carece de un señalamiento peligroso, al precisar que el Jubileo del Tercer Milenio se dedicará en modo particular a la adoración de la Tercera Persona y su presencia santificadora dentro de las comunidades de...

-         ¡Bravo! ¡Bravísimo! – irrumpe un voz con acento inglés acompañada de aplausos estrepitosos de unas manos blancas y cuidadas finamente. El disertador se sobresalta enojado, más se tranquiliza un tanto ruborizado al reconocer al hombre de metro con noventa centímetros de alto, cabello rubio. Con exagerada genuflexión, el político mexicano dice:

-         ¡Señor Presidente! Sea usted bienvenido a su casa – y le ofrece, solícito, sus asiento confirmando la cálida hospitalidad mexicana. Empero, el Mandatario de los Estados Unidos desaira el ofrecimiento. Alguien más importante se encuentra en ese recinto:

-         ¡Qué alto honor es para mi el poder saludarle! – hinca la rodilla derecha y toma con devoción la mano derecha de la anciana quien, con la palma izquierda, le toca la coronilla. Los asistentes se felicitan de la agradable sorpresa, ya que es de las que acostumbran a dar los buenos amigos y mejor vecinos, ¡tan cercanos geográficamente! Y que han logrado zanjar los malos entendidos históricos en los secretos pasillos ocultos a la opinión pública. Los nacarados dientes del recién llegado brillan al esbozar su generosa sonrisa cuando se excusa de haber omitido el protocolo diplomático, aunque su visita, en realidad, nada tiene de causal y tuvo el cuidado de mantener en máxima discreción su viaje, obligado por los informes de su agencia de espionaje que había registrado el milagro esperado con cierto recelo. Un acto de esta naturaleza exigía la coordinación de esfuerzos multilaterales para abatir los riesgos potenciales. Comenta:

-         ¿Querían ganarse la gloria solos! No podemos permitirlo. Debemos compartir todos los sucesos, hoy más que nunca – dice en tono socarrón pero suficiente para inquietar a Rodolfo, quien se apresura a explicar:

-         ¡De ninguna manera, Señor Presidente! En estos precisos momentos recibía el informe detallado de mi amigo y colaborador. Pensaba llamarle una vez evaluada la información para ...

-         No se preocupe, mi amigo –ataja el visitante con cordialidad--. ¡Ya estoy aquí! ¿Se fija? Cuido sus finanzas públicas y le ahorré una llamada telefónica. Estoy seguro que trabajaremos por el bien del mundo y de nuestros gobernados, a quienes les debemos el estar en este privilegiado lugar en un momento histórico en que se definirá de una vez por todas, el futuro de la humanidad.

Con los dedos en la puerta, Eduardo se apresura a rectificar su posición inicial y rescata de la memoria los hechos relatados en forma atropellada por el director médico del hospital de urgencias. Con habilidad excluye al actor principal para adjudicarse una profunda investigación del caso, con la promesa de obtener resultados en poco tiempo. Muestra una seguridad y firmeza de convicciones, tan ajenos a su escepticismo e incredulidad iniciales, en un tema árido para su pensamiento. En realidad, el cambio radical en su discurso tiene una causa central; reproduce en su pensamiento las palabras de su asistente y concluye en su interior:

-         Tiene razón. ¡Esta es mi gran oportunidad! Lograr alcanzar mis metas políticas depende de que logre convencer al Gran Elector aquí presente, de que soy el elegido para realizar esa importante labor. ¡Tiempo habrá! Y de sobra, para poder interiorizarme en estas cuestiones que, por la visita inesperada y secreta de nuestro muy querido amigo, sin lugar a dudas es muy importante.

Sin embargo, la narración desalienta al distinguido visitante. Expone su preocupación en el hecho de que meses atrás, una secreta base militar de mísiles atómicos fue atacada misteriosamente, con efectividad impresionante. Algunas cabezas nucleares fueron derretidas, en varios cohetes se alteró el sistema electrónico de vuelo para retornar al punto de lanzamiento, otros fueron desmantelados con acucioso profesionalismo y, lo peor, que ninguna de las cámaras de vigilancia de circuito cerrado o alarmas basados en rayos láser, detectara la presencia de intrusos. ¡Un trabajo que llevaría varios meses con muchos técnicos y científicos, se realizó en una noche sin dejar el menor rastro! Lo mismo había sucedido en una base de los soviéticos, según pudieron constatar fieles expertos del Pentágono.

-         Es alarmante comprobar que la humanidad se encuentra indefensa ante un ataque de agresivos visitantes que han mostrado la fuerza de su poder destructivo con su irrespetuosa y terrorista  incursión en nuestra bases. ¿De qué sirvió la inversión económica financiada por los contribuyentes? Hay temor de que la investigación, desarrollo, producción, instalación y mantenimiento de los cincuenta y tres mil mísiles atómicos, no sirven de nada ya que pueden ser neutralizados ¡en una noche! ¿Qué les decimos a nuestros electores?

La razón es validada por Manuel, un general de sesenta años de edad, encargado de la Defensa Nacional  que ingresa en ese momento. Con sus ordenanzas se cuadra ante los presentes y solicita permiso para integrarse a la reunión. Le es concedido y se dirige a rendirle honores a la anciana que disfruta al máximo ese momento. Se dirige al escritorio de Su Excelencia en donde deposita algunas carpetas negras con la leyenda en cintas amarillas: “Secreto Máximo” y ordena a sus ayudantes a instalar un proyector. Encienden la las vídeo caseteras y dejan material sellado con fondo rojo en donde se lee: “Solo Personal Autorizado”. Despide a los soldados rasos y se asoma por el pasillo para comprobar que está a resguardo la improvisada cumbre binacional. Desplaza su metro setenta y cinco corpulentos por sus ochenta y seis kilos de peso, al kiosco de transparencias. Su tez morena parece obscurecerse por la emoción al empezar a manipular los objetos electrónicos e iniciar su elaborada disertación.

Con la luz apagada, empieza la proyección que muestra dos palabras: “Operación Quetzalcóatl”, sobre la pared forrada de madera. El carrusel se alimenta con una serie de fotografías tomadas en mil novecientos cuarenta y cuatro, cuando Manuel Ávila Camacho firmó el acuerdo secreto de enviar un escuadrón aéreo a la defensa del Pacífico, así como aumentar el flujo de enervantes a la industria militar estadounidense que le permitió al mafioso Al Capone adquirir unos terrenos para ese fin, en el Istmo de Tehuantepec. Recibió a cambio, información estratégica para preparar a la Nación en sus medidas defensivas contra la Conspiración Estelar. El narrador muestra los antecedentes de la presión ejercida por Miguel Alemán Valdés sobre su homólogo Harry S. Truman para recibir parte de la tecnología que consiguieron los Estados Unidos de los extraterrestres capturados en mil novecientos cuarenta y siete y que se disfrazó en su control por el Plan Marshall europe y el programa posterior que se llamó “Átomos para la Paz” de Dwight David Einsenhower en mil novecientos cincuenta y cinco. Un resumen cronológico, minucioso, de las actividades oficiales en la materia que coincide con la creación de la División Federal de Secretos con personal militar y que al dejarse en manos de policías federales, se convirtió en una agresiva competencia de las agencias estadounidenses que controlan el tráfico de drogas, por lo que siete años antes, había desaparecido.

En la sección correspondiente a medidas preventivas, se expone en los vídeos, el control militar en zonas de alto peligro: El Cerro de la Estrella en el oriente del Distrito Federal, Malinalco y Teotihuacan en el Estado de México, el Tepozteco en Morelos, Palenque y Bonampak en Chiapas, Uxmal en la Península de Yucatán bajo férreo control de la familia Patrón que, a su vez, es sometida por sus vínculos con narcotraficantes. Hay más áreas de prioridad secundaria y hasta marginal. Con orgullo, el general comenta:

-         Todo está perfectamente cubierto y con inmediata capacidad de respuesta de nuestros cerca de cuatrocientos mil efectivos distribuidos en treinta y dos zonas que se encuentran conectadas con Panamá mediante el Acuerdo Multilateral Antidrogas que coordina el estadounidense Juan Puente Negro, -- se jacta Manuel al informar que desde mil novecientos setenta y tres se forma un grupo especial, sin registro en las nóminas para evitar un posible rastreo civil, entrenados en los máximos umbrales del dolor físico, forjados psicológicamente para evitar la confusión de órdenes mentales o electromagnéticas que envíe el enemigo, con el instinto desarrollado para alimentarse del entorno y elaborar armas mortales con elementos naturales.

-         Se ha dosificado la presencia militar para su aceptación pública, con programas de cooperación policíaca, sin descontar que se infiltraron elementos en dependencias federales, oficinas privadas, políticas y de las llamadas de la sociedad civil que solamente sirven para estorbar los intereses de los más altos valores nacionales, -- dice el jefe de las fuerzas armadas y hace un reconocimiento a Carlos Salinas de Gortari por haber estrechado las relaciones con su vecino del Norte y haber reinstalado las relaciones con el aliado natural de la especie humana, El Vaticano, al modificar el artículo ciento treinta de lo que había sido la Constitución. Alaba que el ex Jefe de las Instituciones hubiese sacrificado su prestigio personal para establecer las condiciones apropiadas de defensa del sub continente, considerado de alta prioridad. En el país, se ufana, en regiones distante y tranquilas, se cuenta con la cobertura de combate al narcotráfico. “¡En el momento que quieran invadirnos, cuando pretendan llegar esos extraterrestres, conocerán la fuerza del Espíritu de Bronce!” Es la frase gloriosa para cerrar su magistral exposición.

Con la mirada en la profundidad de la reflexión, el extranjero inquiere:

-         ¿No faltó algo? La supervisión y vigilancia del comportamiento de personas de mentalidad débil y susceptibles de aceptar el fanatismo de esos falsos líderes religiosos y metafísicos. Ellos son sumamente peligrosos, porque podrían organizar la resistencia a las medidas gubernamentales y favorecer el complot de los invasores.

La respuesta le tranquiliza un poco. Los helicópteros Bell Jet Ranger con desplazamiento silencioso y de altitud indetectable, fueron justificados con la leyenda popular del Chupacabras en la provincia y nadie sabe de su existencia en la Ciudad de México. Están adscritos al Programa Antinarcóticos de la policía civil y sus operadores son de probada discreción y habilidad en la realización de sus actividades. La inspección rutinaria se realiza diariamente sobre dos colonias: La Hipódromo y la Condesa que concentra la actividad de los fanáticos. El sistema electromagnético de las aeronaves puede precisar el origen de energía que se maneja en cada punto y, en muchas ocasiones, pueden anularla al atrapar las vibraciones mentales. Los que se encuentran fuera de la zona muestran mayor indefensión a la vigilancia.

-         Siento que falta algo en todo ese esquema, -- observa el visitante. Eduardo siente la oportunidad de recuperar prestigio y abonar su futuro político. Comenta:

-         ¡Claro! Mi director de inteligencia le ha dado un profundo y concienzudo seguimiento a las supuestas apariciones de la Virgen de Guadalupe por todo el terr...

-         ¡Basta de sandeces!, -- irrumpe la anciana con voz de trueno --. ¡pierdes la oportunidad de guardar silencio!

Estupefacto y lívido, el operador político del Jefe de las Instituciones, no acierta a comprender la brusquedad de la mujer que todos respetan a niveles de idolatría. Burlón, el Presidente de los Estados Unidos le señala:

-         ¿Se refiere acaso a nuestra marca patentada?, -- le entrega un legajo con fotografías en donde aparecen tecnificados centros maquiladores de manufacturas a partir de rayos láser, en la elaboración de figuras celestiales en roca, madera, granito, ¡hasta en tortillas y mazorcas de maíz! Imágenes de hombres de negro que amparados por la sobra de la noche, ejecutan la impostación en lugares públicos, los tumultos y el falso rechazo del poder sotánico. Le recrimina:

-         El manejo de la información, mi querido amigo, es la fuente del poder. ¿Lo olvidó acaso? ¡Usted que aspira a ingresar en las filas mayores! ¿Lo olvidó? La información se maneja siempre en dos vías: Recepción y emisión. ¡Para qué le digo más! Mejor observe y aprenda. – Y despectivo se voltea para sonreír abiertamente al dirigirse a la puerta para recibir a un hombre pulcramente gordo, moreno, con cerca del metro setenta de alto, vestido de hábitos púrpura seguido de otro personaje, chaparrito, muy demacrado que hacen que se vean más grandes los anteojos que el mismo rostro alargado que corona una corbata con una escuadra y un compás.

-         Bienvenido Su Excelencia el Cardenal, --expresa cordial el Presidente de los Estados Unidos y después de abrazarlo se dirige al siguiente--. ¡Qué bueno que vino mi querido amigo! Desde aquel marzo intenso le perdí de vista.

-         Usted sabe, señor Presidente. Fueron días de emergencia por la necesidad de sustituir al candidato y que finalmente fue ungido nuestro actual amigo el Jefe de las Instituciones Nacionales, -- responde el hombre bajito.

Mientras tanto, consoladora, la vieja abraza a Eduardo descompuesto por el desconcierto. Lo mima y lo conduce a un rincón del salón. Con tono maternal explica:

-         Al consumarse la expulsión de Quetzalcóatl en mil cuatrocientos noventa y dos, los Dioses se enojaron y decidieron abandonar definitivamente a los mesoamericanos. ¡Antes, diario compartían sus conocimientos con sus discípulos! Se desilusionaron de su miseria interna. Sabían que en la confabulación contra Quetzalcóatl, se encontraban sacerdotes que habían recibido su enseñanza de matemáticas, agricultura, ingeniería, astronomía, astrología, orfebrería, textil y el arte de las plumas. Hombres que se dejaron vencer por su ambición para aprovecharse del Conocimiento y crear un ejército de esclavos. Por eso, los Dioses se fueron para siempre y nos dejaron esa inmensa responsabilidad de conducir a la humanidad que retoma con fuerza y vigor Fray Juan de Zumárraga, al ser designado en mil quinientos veintisiete como el Primer Obispo y el Primer Inquisidor de México, para enfrentar el reto de consumar la Conquista y darle esplendor a su religión, decidió rescatar a la Madre de la Fertilidad, Tonantzin, que era venerada por los Sin Dios en el Cerro del Tepeyac y que se creían herederos de Quetzalcoatl. Urdió una estratagema secreta incluso para sus superiores y Su Majestad: Le ordenó al converso Marcos, excelente pintor y mejor miniaturista, que pintara en un ayate a la Madre Tonantzin pero, con vestimenta española y el entorno resumiera simbólicamente, la enseñanza religiosa para enviar mensajes subliminales al inconsciente de los espectadores. Lo demás fue sencillo. Se le prometió al Príncipe Chichimeca Juan Diego, financiar la atención médica de su tío en agonía para convencerlo de ser el actor principal de las apariciones insubstanciales en el mismo proceso de beatificación pero que es un problema menor ya que es importante fortalecer políticamente a nuestro amigo – y señala discretamente al purpurado --. De mil quinientos treinta y uno a la fecha, se perfeccionó la tecnología de producción y la inducción de las espontánea protección de los creyentes que buscan alivio a sus angustias. Se tiene la posibilidad de repetir el proceso infinidad de veces. ¡Una maravilla!

Lo mira detenidamente y concluye:

-         Debes tener paciencia, muchacho. Tal vez tú seas mi Elegido. Tienes madera. – Y se dirige a integrarse con los demás invitados.

¿Realidad o fantasía? ¿Estaba despierto o soñaba? Eduardo no puede alcanzar la conclusión porque le llaman para que se reintegre a la mesa principal. El distinguido visitante sugiere la línea de acción que también le será transmitida al Jefe de los Rabinos: Impulsar un programa de identificación personal por medio de un dermacódigo de números y barras, imposible de falsear; rigidizar los requisitos para registrar asociaciones religiosas y perfeccionar los mecanismos de infiltración para reprimirlos sin alterar a la opinión pública; aumentar las penas carcelarias a los infractores o, mejor aún, practicar desapariciones selectivas y sumarias; a excepción de la religión oficial representada por el purpurado, las demás deberán abstenerse de hacer reuniones con más de tres familias a riesgo de ser acusadas de disolución social; auditar y crear condiciones de clausura a los comercios dedicados a religiones orientales y de metafísica; prohibir la impresión y circulación de libros, periódicos o revistas que fomenten este tipo de información y de crítica; hostigar fiscalmente y amedrentar con detenciones injustificadas, a los dirigentes que hayan conseguido prestigio internacional, para inhibir sus operaciones y anular a los masones que estén fuera de los círculos de poder. ¡Todo debe hacerse en poco menos de doce meses!

En el ámbito internacional se fortalecerá el puente crítico de cooperación multilateral militar y en los organismos mundiales se inducirá la idea del beneficio económico y financiero de la integración comercial con la amplia visión de la unificación política para abatir costos en el mantenimiento oneroso de embajadas y consulados, refugio de haraganes que cuentan con demasiado tiempo desocupado que les permite pensar. El Derecho a la Información, esgrimido por pusilánimes para impedir la consolidación de una red satelital capaz de manipular el conductismo humano en el centro cerebral de los gobernados, debe destrabarse. Los programas militares deben ser abiertos y aceptados, una vez que se logre inundar de ondas herzianas con las órdenes del comportamiento de los seres humanos encaminados a la productividad y la eficiencia.

La mejor manera de introducir la estrategia, según el diseño presentado, es la profundización del modelo mercantilista, cuyos tentáculos – impuestos e inflación --, actúan a favor de la responsable concentración de la riqueza en unas cuantas manos, perfectamente identificadas y conocidas para poder despojarlas en el momento que lo requiera la Gran Cruzada por la Humanidad. Con buenas intenciones es imposible pensar en defender al planeta. ¡Se necesitan recursos financieros! ¡Y muchos! Todos tendrán algo porque preocuparse: Los ricos por ocultar su origen y opulencia y el riesgo de perderlo todo y, los miserables, sumidos en la angustia del sustento diario con necesidades apremiantes de sexo y comodidad, difícilmente podrán, entonces, percatarse de las medidas gubernamentales aplicadas. En la profundidad de su ignorancia, esos pobres jamás podrán valorar el servicio que le rinden a su especie.

El modelo contempla la participación de la Alianza Estelar. El argumento lo proporcionará un asteroide que se acerca a la tierra. Será presentado como la ofensiva final de los enemigos de la humanidad bajo la sospecha de que se alimenta de todos los seres vivos que encuentra a su paso, además de que buscan apoderarse de los recursos naturales del planeta. El perfil elaborado es convincente: Después de haber perdido la batalla por el poder absoluto en su sistema planetario, fueron expulsados y amenazan la sobrevivencia de la especie. La preparación psicológica elaboró un complicado mecanismo de filtración de materiales a los programas de radio, televisión y revistas especializadas, hasta culminar con la aceptación oficial de la existencia del peligro a que se enfrenta el planeta. La Alianza Estelar, cuyo logotipo es un dragón que lanza fuego, hará su presentación como guardián salvador de la vida, al destruir al asteroide y sin misterios, podrá confirmarse que han construido sus naves de guerra en las bases ocultas en la frontera de Canadá con los Estados Unidos, en los límites de Israel con Jordania y Siria, en la Llanura de Ustiurt y en Transvaal, Sud África.

En su explicación, el mandatario estadounidense señala que el señuelo del Hangar Cincuenta y uno con su Leyenda del Libro Azul, sirvió para dar a conocer verdades a medias, con la intención de dosificar la información en una sociedad de consumo. En realidad, expresa el Presidente, desde mil novecientos cuarenta y siete a la fecha, los extraterrestres estudiaron los metales terráqueos para buscar aleaciones similares a las de su lugar de origen y han diseñado una serie de impresionantes aeronaves. Están inconformes porque no han logrado la densidad requerida en calidad y eficiencia. Empero, han podido contar con la tranquilidad suficiente para ensamblar una base en la cara oculta de la luna, y expresa con júbilo:

-         En este año, queridos amigos, ¡podríamos hacer oficial nuestra relación! Serían presentados como los potenciales salvadores de la humanidad que generosa, les brinda hospitalidad y cooperación con los beneficios del potencial desarrollo técnico, científico y sus repercusiones serán tangibles para toda la sociedad. Aquí encontramos la importancia de la globalización. Ellos no pueden negociar con diferentes gobiernos que se dejen llevar por sus particulares intereses. ¡Necesitan un solo interlocutor! El sacrificio, bien vale la pena. Seremos los arquitectos de mil años de esplendor para la humanidad. Viviremos con libertad y democracia ya que los niveles de vida serán sustentados por las civilizaciones que esclavicemos en el cosmos porque, ¡alguien debe hacer el trabajo! ¿No es cierto? Y los aquí reunidos, seremos los primeros inversionistas en la nueva era del Hombre. Revertiremos la apocalíptica visión de San Juan, -- resume con carcajadas estruendosas para desahogar su entusiasmo tantos años reprimido en el Salón Oval de la Casa Blanca.

Se sirven las copas con el mejor champagne francés y brindan por el éxito de la Operación Quetzalcóatl y por la Gran Cruzada por la Humanidad en donde todos agradecen la generosidad de la Alianza Estelar. Apuran la bebida y Eduardo escurre una frase tímida a forma de pregunta:

-         ¿El Papa está de acuerdo con esto?

Manuel le responde con otra interrogante:

-         ¿Por qué crees que no se atreve a publicar el Tercer Secreto de Fátima? Debió circularse desde mil novecientos sesenta y hay tres sucesores de Pedro que optaron por guardar el discreto silencio para mantener inocente nuestra visión del mundo que se avecina, -- le palmea la espalda y le dice, imitando al distinguido visitante --: ¡Salud amigou!

Todos saben ya que es lo que tienen que hacer y el reloj consumió las horas. Se despiden apresuradamente para retirarse. La Abuela detiene a Eduardo en la entrada para susurrarle al oído:

-         Hijo... debes de prepararte porque está muy cerca el momento maravilloso de tu Iniciación en los augustos misterios de la verdad oculta. ¡Felicidades!

El mandatario vecino escucha y se acerca para abrazarlo y besarle en las mejillas y en la frente con un cánido:

-         ¡Congratuletions!

 

 

Capítulo II

El Elegido

Capítulo IV

El Adepto de la Oscuridad

 

 

 Adam Kardmón, la conspiración del fin del fin del mundo Ó.

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