Mario Luis Altuzar Suárez: Director General |
Ana Rosa García Cruz: Gerente |
Omar Flores: Coordinador Editorial |
|
Adam Kardmón
La
Conspiración del Fin del Mundo
Por Mario Luis Altuzar Suárez
Capítulo VII Contacto en el Equinoccio -
... ya
casi es la hora y aun falta arreglarme. Son los pensamientos de Karla al
observar el reloj de pared en la cocina que marca las siete y quince, sin
dejar de mover la cuchara para mezclar la miel con el agua. Ingiere la bebida
como único desayuno y sube corriendo a su recámara. Del guardarropa descuelga varios
vestidos, faldas, pantalones y blusas. Desparrama la ropa sobre la cama para
verla de lejos. Toma un vestido rojo. Se mira en el espejo de pared tamaño
natural. Lo desecha por el escote abierto en el pecho y hombros descubiertos.
Después de varios intentos se decide por un pantalón azul marino y una blusa
blanca de moño en el cuello y mangas largas. Revuelve la zapatera y respira
al encontrar sus botines azules. Se dirige al tocador y en los cajones busca
su ropa interior y medias. Se quita el pijama y se pone la bata de baño para
salir al pasillo, en donde saluda a su mamá con un beso en la mejilla
derecha: -
¿Y
ahora? ¿Qué te pasa? ¿Ya se te olvidó que hoy es sábado? ¡Hoy no tienes
clases y siempre te quedas en la cama hasta tarde! – Le dice sonriente la
señora Margarita. -
¡Hay,
mami! ¿No te conté? ¡Se me pasó! ¿Me perdonas? ¡Ándale, di que sí! – Le
responde al abrazarla mimosa al tiempo que ofrece su explicación – Nayelli me
invitó a una reunión con sus compañeros. Quedó de venir por mi a las ocho y
mira, ¡ya son las siete y media! -
¿A
que fiesta van a ir tan temprano? ¡No se vayan a ir a Cuernavaca sin avisar! -
¡No,
mamá! ¿Cómo crees? Vamos a ir con esas personas que me has dicho que quieres
conocer porque me hicieron cambiar mucho y que les estás muy agradecida. -
Bueno,
bueno. Pero me hablas por teléfono cuando termine la fiesta. Ya ves que tu
papá siempre está preguntando en dónde está su pequeña. -
Sí,
mamá. No te preocupes. A lo mejor... después te llevo para que los conozcas.
Yo solamente fui una vez y tengo muchos deseos de ganarme su amistad. ¡Chao! Dice al meterse al baño y debajo de
la regadera, el agua tibia le lleva a recordar el día en que conoció a la
Maestra Carolina: -
¡Qué
bárbara! Se me olvidó preguntarle su apellido. ¡Es bien buena onda! Y sabe
mucho. Seguí sus recomendaciones de acercarme a mi mamá y ¡púm! Por arte de
magia se disiparon sus temores. Ya no me presiona con lo del novio. ¡hasta me
deja organizar las fiestas con los chavos, aquí en la casa! A toda prisa regresa a la alcoba. Sus
ojos color púrpura miran los afeites en el tocador. Opta por un maquillaje
sencillo y casi imperceptible para resaltar la coquetería natural de su
rostro. Se viste apresuradamente. Oye cuando tocan el timbre de la puerta y
se apresura a bajar para abrir. Encuentra a su amiga: -
¡Qué
onda! Ya estoy lista. Vamos a la cochera. ¡Ya me entregaron el carro que me
regaló mi papá por mi cumpleaños! -
Buenos
días, señora. – Saluda Nayelli al pasar por la sala.-- ¡Vamos a regresar
temprano! -
¡Vayan
con Dios y cuídala mucho! Esta chamaca es bastante inquieta. -
Sí,
señora. –salen al patio trasero en donde al ver el auto mediano, comenta--,
¡está padrísimo! Oye... ¿y sabes manejar? -
¡Claro!
Los fines de semana mi papá me enseñó. Abordan el vehículo y en el camino,
Karla inquiere: -
¿De
que se trata la reunión? No me quisiste decir nada. Solamente que no
desayunara y tomara agua con miel. ¡Me va a dar hambre muy rápido! -
¡Comelona!
– Expresa Nayelli y añade--, hoy es veintiuno de marzo. ¿Qué te dice la
fecha? -
¡Fácil!
Es el día en que nació Benito Juárez. ¿No? -
Bueno...
si. Pero no es lo único... -
¡Ah!
¡Ya sé! Es el día en que empieza la primavera. -
Es
cierto. Pero recuerda que al inicio de la primavera vivimos una noche igual
al día: es el Equinoccio de Primavera, porque los dos polos de la tierra se
encuentran a la misma distancia del sol... -
Eso
ya lo sé. Es más, hasta sé que hay otro equinoccio entre el veintiuno,
veintidós y veintitrés de septiembre. ¡Sí pasé la secundaria! ¿O ya se olvidó
que estudiamos juntas? Aunque tú ibas más adelantada que yo. -
Te
doy la razón. Sin embargo, hay un poco más. En este día entra el sol en el
principio de Aries –comenta Nayelli—cuando corta el supuesto ascenso al
Ecuador, pasando del hemisferio Austral al Norte. En el pasado se dedicaba
este día a Juan Evangelista, quien junto con Jesús, fueron los Maestros
Iniciados enviados por el Padre Creador para rescatar la divinidad del
hombre. Hay quienes interpretan que Juan y Cordero significan lo mismo, es
decir: Dulce. Entonces, al entrar el sol al signo de Aries y del dulce calor
que se esparce en la primavera, se simboliza a Juan acompañado de un cordero
que es la Resurrección de la Naturaleza y por lo mismo, es también la
Resurrección del Hombre en la Inmortalidad del Espíritu. -
¿Tan
profundo es? -
Hay
más, pero eso lo sabe bien la Maestra Carolina... -
¡Oye!
¿Cómo se apellida? La vez pasada no le pregunté... -
Su
completo es Carolina de Serna. Lo mejor para ti es que te quiere mucho. -
¿Cómo?
¡Si nada vez más una vez nos hemos visto! -
Pues,
sí. Pero fue ella la que me pidió que te invitara para la ceremonia de hoy.
¡Pones atención! Y lo que no comprendas, después lo preguntas. ¿De acuerdo? -
Estoy
de acuerdo. Buscan un lugar en donde estacionar
el auto y reflexionan las dos amigas: -
Es
más seguro en el centro comercial. Apresuran el paso porque faltan
solamente quince minutos para la cita prevista con días de anticipación. Al
abrirse la puerta del departamento, se sorprende Karla de que puedan
acomodarse, aunque apretadamente, cerca de ochenta personas vestidas con
túnicas blancas ceñidas por listones dorados. Al frente está la mesa de
trabajo con el paño rojo impecable; en su centro se observa una vasija de
cristal con agua y unas medallas de acrílico que cada una contiene una
estrella de ocho picos de una aleación metálica y con listos rojos para
colgarse al cuello. Los dijes cubren la base de tres candelabros plateados,
con una vela amarilla al Oriente, una blanca al Sur y una rosa al Norte. A la
derecha de lo que bien podría ser un altar, cazuelas pequeñas con: Tierra,
agua, sal y trigo. El ambiente es perfumado con esencias de rosas. Las dos
amigas pasan al frente de la comunidad. Les dan dos bancos de madera frente a
la mesa central: -
Por
aquí, hermanas. Este es el lugar dispuesto por la Maestra para ustedes.
¡Cerca del Ara! Les dice una cordial voz femenina.
Observan, entonces, que al lado derecho de la ofrenda se encuentra una
cartulina blanca con una estrella de ocho picos pintada con oro rubí, cobre y
plata y en el centro un extraño signo dorado. Un hombre de complexión
mediana, aproximadamente de veinticinco años, de un metro sesenta y tres
centímetros de estatura, se afana en encender el carbón en un anafre pequeño.
De pronto, se hace el silencio absoluto: -
¡Hermanos!
Recibamos a nuestra querida Maestra con la apertura del Templo. – Señala un
joven rostro limpio y fresco que descubre su belleza espiritual. Los presentes respiran profundamente
en tres ocasiones y levantan el brazo derecho con el índice señalando hacia
arriba y empiezan a hacer un círculo de derecha a izquierda en el aire al
momento de entonar el “Eeeeeee Ooooooo”. Bajan el brazo hasta el piso y como
si tomaran un puño de tierra y levantarlo hacia el cielo, cantan en tres
tonos diferentes el “A a a a a a a”. Cruzan el brazo derecho y con el índice
y cordial extendidos y los demás dedos recogidos para moverlos hasta el punto
contrario con la tonada “Iiiiiii”. Alazan los dos brazos al cielo para
recogerlos lentamente y dejarlos en cruz en el pecho con un cántico:
“A-do-na-iii”. Quedan con los ojos cerrados y con la respiración tranquila.
Unos instantes y una voz de mujer, reposada y firme, expresa: -
Cuerpo,
alma y espíritu unificados en una sola fuerza, en un solo, en un solo Poder.
El Poder de Dios Padre manifestado en el corazón de mis hermanos aquí
reunidos. Espíritu Divino. Espíritu de Luz. Espíritu de Vida: Ven, ven, ven a
mi. Y se hace un espacio breve en la
oración de la Maestra Carolina de Serna. Se percibe un cambio en el brillo de
su aura. ¡Se reafirma esa luz! El matiz de sus palabras cobra mayor
profundidad: -
Que
la Fuerza, la Gracia y la Luz de Dios mi Padre, sea una bendición en el
corazón de mis hermanos. Zeta, el espíritu de Carolina, por el Amor del Padre
Eterno Bendito, se manifiesta ante ustedes, con la alegría de saber que hoy,
recibirán en sus corazones a un Maestro Iniciado que se encuentra cumpliendo
la misión encomendada desde el Principio de los Tiempos, aquí, en la tierra.
¡Sed bienvenido Maestro, a esta hermandad, un eslabón más de la Cadena de la
Gran Hermandad Universal! Y el cuerpo físico de la Maestra se
hace a un lado para ceder el espacio al recién llegado. Un hombre
extremadamente delgado y con el rostro ajado por los setenta años de edad,
empero, proyecta una energía que revitaliza a los presentes. Sus amorosos
ojos reconocen a los asistentes. Esboza una amplia sonrisa que parece
confundirse con la luz emanada de su cabellera encanecida de la raíz a los
hombros. Alza el brazo derecho al cielo y el izquierdo señala a la tierra. Se
cruzan los miembros superiores en el plexo solar y desbarata un nudo en el
aire, para abrirlos en forma de cruz y formando un corazón, los sube a la
cabeza en donde une las palmas de las manos para bajarlas serpenteando al
ombligo y separarlas hacia los costados como alas. Chasquea tres veces los
dedos medio y pulgar con igual número de palmadas. La sonoridad de su voz
cimbra a los presentes: -
¡Qué
la Fuerza, la Gracia y la Luz de la Creación... sea una Fuerza de Bendición
de Dios Padre... en el corazón de mis queridos hermanos! Y hace una pausa en el momento en que
un rayo de luz azul verdoso penetra por su cabeza y le cubre hasta los píes: -
Hermanos
míos... hoy estamos reunidos... a la Fuerza, la Gracia y la Luz del Poder de
la Creación... por libre albedrío y espontánea voluntad, estamos todos
juntos... Es un día diferente, de alegría en los corazones... que van
gestando el... ¡nuevo Ser!... sellado con el Amor de la Presencia Divina...
que como focos de luz... van iluminándose... así mismos... hacia ese
encuentro... Divino... que es el Poder del Origen... Y de la... creación...
la firmeza y voluntad... con la que se apliquen... será el logro... y los
resultados... que irán viendo a través de las manifestaciones del Poder
Divino... Sepan... hermanos míos... que deben estar atentos... y al cuidado
de no quedar atrapados... ya no en sus propios egoísmos... que pueden manejar
libremente, sino cuidado con la... ¡tecnología... subliminal!... La
tecnología subliminal que taladra el inconsciente con mucha facilidad...
llevando mensajes banales de perdición.... de sexo... de droga... de poder...
de subversión... de maldad. Aspira profundamente y sus ojos
parecen penetrar la profundidad del espacio: -
¡Manténganse
alertas!... Para que sean siempre libres en sus actos y no títeres
involuntarios y sin vida propia.... Recuerden, siempre deben mantener la
mente en blanco para protegerse de estas ondas... dañinas... y no quedar
atrapados en los mensajes subliminales y en meditaciones llenas de realidad
virtual... Ustedes están siendo preparados... en una fuerza de verdad
constructiva... de armonía... y de luz... ¡Sean benditos!... Consérvense en
la Unidad y mantengan su mente en blanco, vigilando su propio ser... Estuvo
con ustedes: Adam Kardmón. Los llevo en mi corazón. Hace un nudo en el aire, abre los
brazos formando de la cintura a la cabeza un movimiento, como de alas de
ángel. Karla tiene los ojos casi
desorbitados y en voz baja comenta a su amiga, tratando de contener su
excitación: -
¿Viste
lo que yo vi? ¡Ese hombre jamás estuvo sobre el piso! Sus píes estaban
flotando. Parecía que esa luz extraña que se presentó y lo cubrió todo el
tiempo, lo hubiese levantado y... -
¡Cállate!
La Maestra está en contacto con su espíritu. ¡Después de te explico! – Le
dice Nayelli un poco nerviosa y apresuradamente alcanzan a recitar con el
grupo: -
¡Id
en paz, Maestro! Te guardamos en nuestro corazón. -
¡Gracias
te damos Maestro por su sabias palabras! Esta es tu casa. ¡Esta es tu
Hermandad! Por ello, con profundo respeto, te solicitamos, os quedéis un
momento más, para que acompañéis a nuestros amados Maestros Ascendidos y a
nuestros hermanos que fortalecen con su luz, nuestros trabajos en este día,
-- pide Zeta en boca de Carolina de Serna. Cierto es que corresponde a mi
servicio que realizo con Amor al Padre. ¡Sea! Responde al cruzar su mirada con los
ojos de Karla, quien se cohíbe al sentir una rara sensación en su cuerpo. El
invitado añade con ternura en su voz: La pequeña ¡ya se consagró? – Al oír
la negativa indica—: Buen día es hoy, para que la luz entre en su corazón, --
y guarda un discreto silencio mientras que el espíritu de la Maestra Carolina
reinicia su manifestación: -
Benditos
sean, hermanos míos, por haber aceptado venir en este día. Damos las gracias
a los Maestros Ascendidos y a la Gran Tribuna, por compartir con nosotros el
momento de gozo en nuestro corazón, porque hoy se reconoce el esfuerzo
realizado en los meses recientes, para consagrar el ingreso de los adeptos en
esta comunidad, como miembros de la Gran Hermandad universal, en donde por
libre y espontánea voluntad se trabaja en la construcción de la Obra de Dios
Padre. La misión que debemos cumplir, el Despertar del Espíritu y
reconocernos como Hijos del Padre Eterno, con disciplina, honor y respeto en
la Fuerza del Amor y del Perdón, causa y efecto del principio de la vida que
nos entregó el Creador de los Universos para el perfeccionamiento de su obra.
Demos paso a la Maestra Iesitua, guía de nuestra comunidad. Un breve silencio antecede el cambio
en el brillo del aura de la contactada y después de un mensaje en lengua
universal, se escucha: -
Reciban
la Luz Eterna de Dios mi Padre. ¡Todos bellos! ¡Todos hermosos! Si pudieran
verse, sabrían a que me refiero queridos hermanos. ¡Hoy es un día de gozo! Y
ya no son los mismos de ayer. Hoy son diferentes por reconocerse así mismos
como Hijos de Dios, Herederos del Eterno Oriente. En la Fuerza de la Luz
Interna de cada uno de ustedes, está el Poder Divino, aguardando el momento
para manifestarse a los ojos del mundo y reconocer que Dios está vivo en
ustedes y sus poderes les fueron otorgados desde el Principio de los Tiempos
y hoy retoman en una forma diferente: En el Amor y en la Inmortalidad para no
volver a morir. ¡Guarden esto en sus corazones y háganlo vida! Al terminar su oración se dirige a
Karla y la descalza. Con suavidad le toma de los brazos para levantarla y
conducirla hacia el lugar en donde se encuentra un voluntario con el pequeño
incensario que aromatiza con el humo de las esencias el ambiente. Lo eleva a
su corona y repite unas oraciones incomprensibles. Lo pasa por la frente,
garganta, corazón, plexo solar y piernas de Karla. Le indica que se voltee y
repite la operación de píes a cabeza sin tocarla físicamente. Le llevan
después a quedar de píe en el centro de la estrella de ocho picos plasmada en
la cartulina y la Maestra Ascendida le unge con agua en la frente, el corazón
y las manos. Un hombre de mediana edad le indica que hinque la rodilla
derecha y que incline la cabeza para recibir unos granos de tierra que se
pierden en su cabellera. Se yergue y en las palmas de las manos le entregan
sal con la indicación de que cierre los puños para conservarla. Regresa a su
lugar en silencio, en espera de que todos los asistentes realicen el mismo
ceremonial. Inquieta, desea preguntar a su amiga
el significado de cada paso realizado, empero, recibe como respuesta la señal
con el índice derecho sobre los labios. No se puede interrumpir la solemnidad
del acto enmarcado por el recogimiento y la seriedad de los participantes.
Ponen atención al brillo azul intenso que cubre a la contactada, diferente al
blanco que mostraba con anterioridad. -
!Padre!...
¡Padre!... ¡Padre!... Con humildad en nuestros corazones le pedimos que
recibas esta demostración de amor de tus hijos, que se confirman en la
voluntad de entregarse al servicio de tu obra divina, reconociéndose en el
origen de los Hermanos Elementales que conjugados, proporcionan el vehículo
temporal en que se hospeda el alma, creada por tu infinito Amor en el
Principio de los Tiempos, con el Mandato Divino de evolucionar en la
perfección y así, reencontrarse con su Espíritu de Luz, su Espíritu de Vida,
su Espíritu de Amor. Benditos sean hoy y siempre. – Y hace una señal con las
manos, formando un corazón en el aire y chasqueando los dedos tres veces para
poner los brazos en cruz sobre su pecho, Una pausa y la tonalidad del aura de
la Maestra retoma su brillo natural. Aspira profundamente. Mueve su cabeza en
círculo y abre los ojos que iluminan su amplia sonrisa. ¡Cómo su hubiese
regresado de un sueño profundo! Muestra vitalidad y alegría en sus palabras: -
Hermanos.
Podemos compartir los sagrados alimentos con los que nos bendice hoy Dios
Padre. En la cocina están dispuestas las
viandas con agua fresca. Formados en fila, los cofrades cogen platos
desechables para servirse la comida. Intercambian opiniones con gestos de
satisfacción: -
¡Fuimos
aceptados! Ya somos parte de la Gran Hermandad Universal. ¿Saben lo que esto
implica? – Se preguntan entre ellos y coinciden en sus respuestas: -
¡Que
debemos aplicarnos más en la Enseñanza! No podemos defraudar a nuestros
Maestros que han depositado su confianza en nosotros. Karla se escurre entre los comensales
para acercarse a la Maestra Carolina, quien la observa y provoca un encuentro
casual: -
¿Le
gustó la ceremonia? ¿Cómo la vio? Es interesante conocer su opinión... -
Estuvo
muy bonita. Pero la verdad, hay muchas cosas que no entiendo, principalmente el
por qué pasé a recibir esas cosas... -
Quería
ingresar a la Enseñanza ¿Ho no? ¡Ya está adentro! Está con nosotros. -
¡Gracias
Maestra! Ya le había dicho a Nayelli que deseaba conocer lo que ella hacia
aquí y, creo que es muy hermoso... pero... yo no sé nada de esto y... -
¿Y
tú crees que todos los estamos aquí, llegamos con el Conocimiento? -
Pues...
la verdad, no sé. -
¡No!
Todos somos Hijos de Dios, como tú, ellos y yo misma. Tenemos el Conocimiento
que nos legó en el Principio de los Tiempos, pero que hemos perdido a través
de las generaciones por causa de los códigos genéticos que fueron manipulados
tecnológicamente por la oscuridad para esclavizarnos en el tiempo y en el
espacio. Ha querido cegarnos para olvidar e ignorar nuestro origen y anular
el potencial Divino que nos otorgó el Padre Creador. -
¿Son
los poderes a que se refería el Maestro? – Inquiere la estudiante al
percatarse d que los comensales dejaron de comer y tomaron asiento a su lado
y en silencio están atentos a las palabras de su Maestra, quien decide
ampliar su explicación: -
En
el Principio de los Tiempos, Dios creó los universos en perfecto orden y
armonía. Por su infinito Amor los llenó con su creación de vida. ¡Deseaba
crear su obra perfecta! Que sus hijos tuviesen el mismo Poder de la Creación.
Sus primeras obras vivían en situación muy limitada, ya que sus hijos eran
andróginos y para tener descendencia, deberían acudir al Padre para que les
proveyera de los seres que amarían. En los planetas gemelos XL 23 y XL 27 del
Sistema de Andrómeda, se logró avanzar en la formación de seres con capacidad
de reproducción por medio de la procreación en la separación del hombre y de
la mujer y, al mismo tiempo, en el mandato de su complementariedad, es decir,
en la fusión de los dos para generar amor con esa fuerza, la fuerza de la
vida. -
¿Y
que pasó después? -
Al
percatarse de que ya no deberían solicitar autorización para crear vida y
poseedores de los Poderes Divinos, esos hijos del Padre se ensoberbecieron y
renegaron del Creador. Empezaron a manipular con su improvisada tecnología
los códigos genéticos para sembrar la vanidad de su belleza y poder, al mismo
tiempo inducir a la desobediencia y acentuar la confusión y la
insubordinación hacia las leyes universales de armonía y equilibrio. Fueron
enviados los Guardianes de la Creación con la intención de que reconocieran
sus limitaciones y el riesgo de imponer el caos. Lejos de aceptar, se
enfrentaron a los enviados del Padre, quien les permitió, en su manifestación
de infinito Amor, ubicarse fuera del Universo, en el planeta 24-2-2, denso y
sin el calor del sol. Inmersos en la oscuridad, se pensó que podrían
despertar al arrepentimiento en la reflexión y la meditación que les llevara
al reconocimiento de sus debilidades internas que les esclavizaban en el espacio
y el tiempo. -
¿Es
cómo lo describen en algunas religiones actuales? – Pregunta Karla. -
Hay
parte de la verdad que trascendió de las Escuelas Iniciáticas, pero eso lo
veremos más adelante, para evitar confusión en los principios que recibimos y
debemos entregar. ¿En dónde me quedé? ¡Ah! Sí, en ese lugar se incubó el
resentimiento y la venganza. Con los poderes que jamás les fueron anulados,
pudieron encontrar el camino de la ciencia para fabricar sus vehículos y
salir del planeta. Viajaron a Marduk en nuestro sistema solar. Pero su rencor
se orientó a la depredación y a la destrucción. ¡Sentían que eran los dueños
del Universo! No sentían ser parte de la creación del Padre y, destruyeron
ese planeta. Emigraron a Marte y acabaron con las riquezas naturales que les
había proveído el Creador de los Universos y algunos optaron por construir
una comunidad subterránea en ese mundo y otros enfilaron a la tierra con la
intención de apoderarse del Secreto Divino, utilizado en las investigaciones
que realizan los Guardianes de la Creación en tres importantes centros
ubicados en la Atlántida, Lemuria y Lontananza. Al ser tan parecidos en su
constitución física y astral, engañaron a los investigadores y a sus
creaciones que poblaban al planeta de acuerdo con sus características
climatológicas y geográficas. Poseyeron a las mujeres haciéndose pasar como
dioses y les enseñaron su desnudez para despojarlas de su inocencia. Cuando
los Guardianes se dieron cuenta del engaño, los habitantes y los seres de
oscuridad se enfrentaron en una guerra sin cuartel. Los Maestros Ascendidos
fueron vencidos y para proteger la obra de Dios, destruyeron los centros de
investigación que sumado al natural reacomodo violento de la tierra, se causó
la catástrofe mundial. Por mandato de Dios Padre y con la aceptación
voluntaria, quedaron algunos Hijos de la Luz para ayudar a los terrenos en el
aprovechamiento de la única oportunidad que se les dio para preservar la
vida: La reencarnación del alma para corregirse y perfeccionarse en sus
diferentes etapas de la vida encarnada y desterrar la semilla del mal. Hasta
que lo lograsen, podrían reencontrar su espíritu y regresarían al servicio a
Dios Padre. Estos Maestros orientaron el Conocimiento de las construcciones y
modos de alimentarse. Por ello se observa la arquitectura tan similar en
puntos tan distantes, porque en donde hubo tierra hoy existe agua y en donde
hay agua antes fue tierra firme. También crearon las Escuelas Iniciáticas con
los seres que mostraban mayor avance para conducirlos por los misterios del
universo y auxiliarles en la evolución espiritual. Los rebeldes buscaron
engañar de nueva cuenta y penetraron los Templos de Luz, pero por los
sistemas de salvaguarda de la Enseñanza, poco pudieron ver y creyeron que
poseían todo el Conocimiento para aprovecharse de la comunidad en sistemas
políticos-religiosos que desvían los principios de la Creación. Para corregir
ese problema, de esos templos iniciáticos en que se formaron los Grandes
Maestros como Quetzalcóatl, Krishna, Zoroastro y Jesús, fieles a la Palabra
Sagrada, fueron por el mundo para entregar los Principios del Universo,
empero, su misión de entregar la Enseñanza fue truncada y los iniciados se
convirtieron al hermetismo para evitar que el código de la Creación Divina
cayera en manos de los ambiciosos de poder y destrucción. La posibilidad de
rescatar a la obra de Dios fue impulsada por su infinito Amor a sus hijos.
Por ello, la Gran Hermandad Universal envió a Maestros Ascendidos para
contactar a los encarnados en la tercera dimensión y poder entregar la
Enseñanza por medio de la transmisión del pensamiento. ¡La posesión contraria
a la Ley Universal del Libre Albedrío! Los Libros Sagrados hablan de que en
un tiempo, deberán formarse ciento cuarenta y cuatro mil Iniciados que
recibirán a los enviados de Dios Padre, para rescatar a los Maestros
Ascendidos y a los Hijos del Creador, en el Final de los Tiempos. Esa es
nuestra misión y es la Enseñanza a la que pediste entrar. ¿Estás de acuerdo
en seguir adelante? -
¡Sí!
¡Sí deseo seguir adelante! Afirma Karla muy convencida. Antes de
despedir a los miembros de la comunidad, la Maestra Carolina les informa que
a partir del día siguiente pueden pasar a recoger sus medallas que se
encuentran en la mesa de Consagración. A la recién adoptada le informa de los
horarios y los grupos que buscan el desarrollo espiritual para que reflexione
cual es el que se ajusta a sus actividades. Antes de salir, pregunta: -
¿Maestra,
por qué Adam Kardmón se me quedó viendo? Por cierto, no nos dimos cuenta de
cuando se fue, para darle las gracias. -
El
Maestro tiene la capacidad de ver el pasado, presente y futuro de las
personas. Ten paciencia. Todo tiene su tiempo y su forma. Y poder medio del
Conocimiento encontrarás las respuestas que buscas. ¡Ve con Dios, hermana! Al principio, las dos amigas repasan
mentalmente cada uno de los elementos de la ceremonia de equinoccio que, al
mismo tiempo, fue de adopción de nuevos aspirantes. Nayelli se sobresalta al
romperse el silencio con las inquietudes de Karla: -
¡Oye!
Me dijiste que lo que no entendiera lo preguntara después. ¿Qué significa la
estrella de ocho picos? -
Como
lo entiendo, es que somos nosotros mismos. -
¡Órale! -
No
te adelantes. ¿Te fijaste bien como es la estrella? -
¡Claro! -
Entonces,
te acuerdas que es el trazo en una sola línea. Sin embargo, con un poco de
atención se descubre que son dos estrellas de cuatro picos cada una, en donde
se forma una cruz perfecta. Por su ubicación, descubres que una estrella
señala los puntos cardinales, lo que equivale a nuestro espacio y la otra
muestra los cuatro elementos de la naturaleza; agua, tierra, aire y fuego, la
base del cuerpo humano... -
¿Somos
fuego? -
¿No
lo crees? ¡Y sí! ¡Sí somos fuego! ¿Qué pasa cuando respiras? Entra el aire por
los pulmones y por medio de la combustión interna oxigena la sangre. Pero el
concepto esotérico es más profundo que el físico. Por medio de esa combustión
respiratoria ayudada por ejercicios y preparación corporal y mental, se puede
encender la energía interna que se encuentra en las chacras para conectar el
cuerpo físico con el astral. -
Suena
lógico. -
Bien.
Ahora, observemos esas dos estrellas separadas y al mismo tiempo unidas por
el punto geométrico del centro, simbolizado por el signo de Orión, equivalente
a la llave interior o el reconocimiento del espíritu. Si te diste cuenta, hay
dos escuadras en el Norte y en el Sur, también doradas. El Norte es la
orientación o la fuerza de la voluntad y el Sur es el Conocimiento. Cuando
identificamos nuestras imperfecciones y empezamos a corregirlas con la
voluntad, es el momento en que podemos girar la estrella de cuatro puntos
para sobreponerla o fusionarla con la otra. Se encuentra así, la llave de la
puerta que nos conducirá a la Iniciación en la sabiduría milenaria y el
despertar de los poderes internos que hemos adormilado a través de los
siglos. -
Es
muy interesante. ¡Oye! ¿Crees que puedo participar en tu grupo? Así no me
sentiré tan rara y nos acompañamos para ir y regresar. -
Como
dijo la Maestra: “Sea bienvenida mi hermana” Llegan a la casa de Nayelli, se
despiden y con profunda emoción Karla se dirige a su hogar. -
¡Qué
experiencias tan padres viví hoy! Piensa al dejar el automóvil en el
patio trasero de la residencia. Al ver la luz encendida en la recamara de sus
padres, toca la puerta y entra para saludar con un beso. Está fatigada y
rápidamente se despide para ir a su alcoba en donde rápidamente alcanza el
sueño profundo. Escucha una voz conocida. Busca el
punto de origen y se maravilla: Una mujer tan hermosa. Alta y delgada. De
facciones afiladas, enmarcadas por una larga cabellera ondulada que emite
rayos de luz blanca azulada. Una cinta morada en la frente sin obstaculizar
el diamante azul-verdosos del entre cejo. La túnica brillante, con tirantes
en los hombros. Tiene los brazos extendidos y sus ojos cobijan con el amor a
la convocada quien pregunta: -
¿Iesitua? -
¡Sí,
mi pequeña! Soy yo. He venido para llevarte de paseo. Dame tu mano. Tomadas de las manos flotan en el
ambiente. La nueva adepta observa entusiasmada como salen de la casa y como
las luces de la colonia, después de la ciudad, reducen su tamaño. Eluden los
satélites militares y la conductora le señala la Luna con una base espacial
en la superficie de su cara oculta. En el anillo de Saturno se divierten con
los diez satélites y pasan por construcciones transparentes, como si fuesen
de hielo con los colores azulados y plateados. La Maestra señala con el
índice la Estrella de Orión. ¡Hacia allá se dirigen! En su viaje están
protegidas por esferas de luz. ¡La galaxia es tan pequeña! Llegan a un
planeta. A lo lejos parecía un sol y sin embargo, es un brillo generado por
la comunidad en constante movimiento. Es tan parecida a una Acrópolis griega. Descienden suavemente sobre el piso
de cristal. Todos los seres parecen conocerse. Se saludan con una cálida
sonrisa. ¡Qué raros! Son de color blanco y con las cabezas en forma de huevo,
en donde sobresalen los inmensos ojos tan asimétricos a la pequeñez de la
boca y las fosas nasales casi imperceptibles. Los cuerpos delgados y
brillantes. Al saludar se llevan la mano derecha al corazón y con los dedos
meñique y anular recogidos y el índice y el cordial rectos, alzan la mano al
cielo para bajarla, rozar los labios y seguir al plexo solar en donde
descansan los brazos en una posición de cruz sin que desaparezca su amplia
sonrisa. Carecen del dedo pulgar. Sobre una alfombra transparente, son
trasladas a la puerta de un templo gigantesco con un triángulo en la parte
superior y sostenidas por fuertes columnas. La Maestra toca el portal con el
puño al tiempo de entonar una dulce melodía en un idioma extraño para la
postulante. Se abren las puertas y al ingresar, observa el decorado de oro y
plata. El amplio pasillo les conduce a un salón custodiado por seres inmensamente
bellos, portadores de espadas flamígeras y ropajes sencillos pero elegantes.
A los lados del rectángulo se encuentran de píe hombres altos de diferentes
edades y vestimentas. Con miradas y sonrisas amorosas, son recibidas. Al centro, se encuentra un pedestal
con tres luces encendidas. En el fondo, mira a otros personajes que se
dirigen a su encuentro. La colocan frente a las tres luces, en donde le
entregan un libro blanco con bordes dorados al momento en que los presentes
inclinan sus cabezas y mantienen sus brazos en cruz en el pecho. Es imposible
pero cierto: Entiende lo que el director le dice: -
Los
Guardianes de la Obra del Padre te entregan en libro a custodia. ¡Sea la Voluntad del Creador de los
Universos! Despierta sobresaltada y con el sudor
que perla su frente, sabe que realizó un importante esfuerzo. Internamente se
siente llena de gozo y empieza a tranquilizar su ritmo respiratorio: -
¡Qué
sueño tan padre acabo de tener! Todo parecía tan real. Aun siento la tersura
de esa mano que me guiaba y ese exquisito olor a perfumes. Reafirmando las imágenes en su mente,
se acomoda para retomar el sueño. Recibe con agrado la suave voz femenina: -
¡Créelo!
Es cierto. ¡Acuérdate! ¡Acuérdate! ¡Acuérdate! |
Capítulo VI |
Capítulo VIII |
Adam Kardmón, la conspiración del fin del fin del
mundo Ó. Todos los
derechos reservados por: Editorial La Casa de Orión, S. A., de C. V. Teléfono (55) 5396 0726. Fax: (55) 5396 0726. |
Porque Usted
es digno de la mejor información, por el precio de 10 reciba 12 números de la
revista Arcano Político son sus
secciones especializadas de metafísica, esoterismo y paranormal, solamente
diga: Para su comodidad puede hacer un depósito o transferencia
bancaria a nombre de EDITORIAL LA CASA DE ORIÓN, S. A. DE C. V., en Banca
Santander Serfín en la cuenta número: 65501135601, sucursal 5571 ERMITA.
También puede comprar en el correo de su localidad un Giro Postal a nombre de
EDITORIAL LA CASA DE ORION, S. A. DE C. V. Confirme su pago vía fax: (55) 5396 0726 o por correo a
nuestras oficinas: Mar de Java 37, Col. Popotla, 11400, México, D. F.
Teléfono: (55) 5396 0726 para que podamos incluirle inmediatamente en nuestra
lista de suscriptores. |