Mario Luis Altuzar Suárez: Director General

Ana Rosa García Cruz: Gerente

Omar Flores: Coordinador Editorial

 

Novela

Capítulo I

La Manifestación

Capítulo II

El Elegido

Capítulo III

El Secreto de  la Abuela

Capítulo IV

El Adepto de la Oscuridad

Capítulo V

El Viajero Dimensional

Capítulo VI

Los Misterios

de Karla

Capítulo VII

Contacto en el Equinoccio

Capítulo VIII

La Encrucijada

de Martiniano

Capítulo IX

La Revelación

Capítulo X

Las Fuerzas Ocultas del Hombre

Capítulo XI

El Mandato Divino

Capítulo XII

Las Claves del Iniciado

Capítulo XIII

La Renovación

El Autor

 

Ensayo

De cómo se desvío el Destino de México.

Poesía:

La Hora de los Muertos.

Homenaje a Hiroshima.

Cuento;

El Signo de los Tiempos.

Premio UNESCO de Literatura 93.

Metafísico:

Guía del Despertar del Espíritu.

Esotérico:

Tomo I

Del Archivo de Merlín.

Adam Kardmón

La Conspiración del Fin del Mundo

Por Mario Luis Altuzar Suárez

 

Capítulo VII

 

Contacto en el Equinoccio

 

-         ... ya casi es la hora y aun falta arreglarme.

Son los pensamientos de Karla al observar el reloj de pared en la cocina que marca las siete y quince, sin dejar de mover la cuchara para mezclar la miel con el agua. Ingiere la bebida como único desayuno y sube corriendo a su recámara.

Del guardarropa descuelga varios vestidos, faldas, pantalones y blusas. Desparrama la ropa sobre la cama para verla de lejos. Toma un vestido rojo. Se mira en el espejo de pared tamaño natural. Lo desecha por el escote abierto en el pecho y hombros descubiertos. Después de varios intentos se decide por un pantalón azul marino y una blusa blanca de moño en el cuello y mangas largas. Revuelve la zapatera y respira al encontrar sus botines azules. Se dirige al tocador y en los cajones busca su ropa interior y medias. Se quita el pijama y se pone la bata de baño para salir al pasillo, en donde saluda a su mamá con un beso en la mejilla derecha:

-         ¿Y ahora? ¿Qué te pasa? ¿Ya se te olvidó que hoy es sábado? ¡Hoy no tienes clases y siempre te quedas en la cama hasta tarde! – Le dice sonriente la señora Margarita.

-         ¡Hay, mami! ¿No te conté? ¡Se me pasó! ¿Me perdonas? ¡Ándale, di que sí! – Le responde al abrazarla mimosa al tiempo que ofrece su explicación – Nayelli me invitó a una reunión con sus compañeros. Quedó de venir por mi a las ocho y mira, ¡ya son las siete y media!

-         ¿A que fiesta van a ir tan temprano? ¡No se vayan a ir a Cuernavaca sin avisar!

-         ¡No, mamá! ¿Cómo crees? Vamos a ir con esas personas que me has dicho que quieres conocer porque me hicieron cambiar mucho y que les estás muy agradecida.

-         Bueno, bueno. Pero me hablas por teléfono cuando termine la fiesta. Ya ves que tu papá siempre está preguntando en dónde está su pequeña.

-         Sí, mamá. No te preocupes. A lo mejor... después te llevo para que los conozcas. Yo solamente fui una vez y tengo muchos deseos de ganarme su amistad. ¡Chao!

Dice al meterse al baño y debajo de la regadera, el agua tibia le lleva a recordar el día en que conoció a la Maestra Carolina:

-         ¡Qué bárbara! Se me olvidó preguntarle su apellido. ¡Es bien buena onda! Y sabe mucho. Seguí sus recomendaciones de acercarme a mi mamá y ¡púm! Por arte de magia se disiparon sus temores. Ya no me presiona con lo del novio. ¡hasta me deja organizar las fiestas con los chavos, aquí en la casa!

A toda prisa regresa a la alcoba. Sus ojos color púrpura miran los afeites en el tocador. Opta por un maquillaje sencillo y casi imperceptible para resaltar la coquetería natural de su rostro. Se viste apresuradamente. Oye cuando tocan el timbre de la puerta y se apresura a bajar para abrir. Encuentra a su amiga:

-         ¡Qué onda! Ya estoy lista. Vamos a la cochera. ¡Ya me entregaron el carro que me regaló mi papá por mi cumpleaños!

-         Buenos días, señora. – Saluda Nayelli al pasar por la sala.-- ¡Vamos a regresar temprano!

-         ¡Vayan con Dios y cuídala mucho! Esta chamaca es bastante inquieta.

-         Sí, señora. –salen al patio trasero en donde al ver el auto mediano, comenta--, ¡está padrísimo! Oye... ¿y sabes manejar?

-         ¡Claro! Los fines de semana mi papá me enseñó.

Abordan el vehículo y en el camino, Karla inquiere:

-         ¿De que se trata la reunión? No me quisiste decir nada. Solamente que no desayunara y tomara agua con miel. ¡Me va a dar hambre muy rápido!

-         ¡Comelona! – Expresa Nayelli y añade--, hoy es veintiuno de marzo. ¿Qué te dice la fecha?

-         ¡Fácil! Es el día en que nació Benito Juárez. ¿No?

-         Bueno... si. Pero no es lo único...

-         ¡Ah! ¡Ya sé! Es el día en que empieza la primavera.

-         Es cierto. Pero recuerda que al inicio de la primavera vivimos una noche igual al día: es el Equinoccio de Primavera, porque los dos polos de la tierra se encuentran a la misma distancia del sol...

-         Eso ya lo sé. Es más, hasta sé que hay otro equinoccio entre el veintiuno, veintidós y veintitrés de septiembre. ¡Sí pasé la secundaria! ¿O ya se olvidó que estudiamos juntas? Aunque tú ibas más adelantada que yo.

-         Te doy la razón. Sin embargo, hay un poco más. En este día entra el sol en el principio de Aries –comenta Nayelli—cuando corta el supuesto ascenso al Ecuador, pasando del hemisferio Austral al Norte. En el pasado se dedicaba este día a Juan Evangelista, quien junto con Jesús, fueron los Maestros Iniciados enviados por el Padre Creador para rescatar la divinidad del hombre. Hay quienes interpretan que Juan y Cordero significan lo mismo, es decir: Dulce. Entonces, al entrar el sol al signo de Aries y del dulce calor que se esparce en la primavera, se simboliza a Juan acompañado de un cordero que es la Resurrección de la Naturaleza y por lo mismo, es también la Resurrección del Hombre en la Inmortalidad del Espíritu.

-         ¿Tan profundo es?

-         Hay más, pero eso lo sabe bien la Maestra Carolina...

-         ¡Oye! ¿Cómo se apellida? La vez pasada no le pregunté...

-         Su completo es Carolina de Serna. Lo mejor para ti es que te quiere mucho.

-         ¿Cómo? ¡Si nada vez más una vez nos hemos visto!

-         Pues, sí. Pero fue ella la que me pidió que te invitara para la ceremonia de hoy. ¡Pones atención! Y lo que no comprendas, después lo preguntas. ¿De acuerdo?

-         Estoy de acuerdo.

Buscan un lugar en donde estacionar el auto y reflexionan las dos amigas:

-         Es más seguro en el centro comercial.

Apresuran el paso porque faltan solamente quince minutos para la cita prevista con días de anticipación. Al abrirse la puerta del departamento, se sorprende Karla de que puedan acomodarse, aunque apretadamente, cerca de ochenta personas vestidas con túnicas blancas ceñidas por listones dorados. Al frente está la mesa de trabajo con el paño rojo impecable; en su centro se observa una vasija de cristal con agua y unas medallas de acrílico que cada una contiene una estrella de ocho picos de una aleación metálica y con listos rojos para colgarse al cuello. Los dijes cubren la base de tres candelabros plateados, con una vela amarilla al Oriente, una blanca al Sur y una rosa al Norte. A la derecha de lo que bien podría ser un altar, cazuelas pequeñas con: Tierra, agua, sal y trigo. El ambiente es perfumado con esencias de rosas. Las dos amigas pasan al frente de la comunidad. Les dan dos bancos de madera frente a la mesa central:

-         Por aquí, hermanas. Este es el lugar dispuesto por la Maestra para ustedes. ¡Cerca del Ara!

Les dice una cordial voz femenina. Observan, entonces, que al lado derecho de la ofrenda se encuentra una cartulina blanca con una estrella de ocho picos pintada con oro rubí, cobre y plata y en el centro un extraño signo dorado. Un hombre de complexión mediana, aproximadamente de veinticinco años, de un metro sesenta y tres centímetros de estatura, se afana en encender el carbón en un anafre pequeño. De pronto, se hace el silencio absoluto:

-         ¡Hermanos! Recibamos a nuestra querida Maestra con la apertura del Templo. – Señala un joven rostro limpio y fresco que descubre su belleza espiritual.

Los presentes respiran profundamente en tres ocasiones y levantan el brazo derecho con el índice señalando hacia arriba y empiezan a hacer un círculo de derecha a izquierda en el aire al momento de entonar el “Eeeeeee Ooooooo”. Bajan el brazo hasta el piso y como si tomaran un puño de tierra y levantarlo hacia el cielo, cantan en tres tonos diferentes el “A a a a a a a”. Cruzan el brazo derecho y con el índice y cordial extendidos y los demás dedos recogidos para moverlos hasta el punto contrario con la tonada “Iiiiiii”. Alazan los dos brazos al cielo para recogerlos lentamente y dejarlos en cruz en el pecho con un cántico: “A-do-na-iii”. Quedan con los ojos cerrados y con la respiración tranquila. Unos instantes y una voz de mujer, reposada y firme, expresa:

-         Cuerpo, alma y espíritu unificados en una sola fuerza, en un solo, en un solo Poder. El Poder de Dios Padre manifestado en el corazón de mis hermanos aquí reunidos. Espíritu Divino. Espíritu de Luz. Espíritu de Vida: Ven, ven, ven a mi.

Y se hace un espacio breve en la oración de la Maestra Carolina de Serna. Se percibe un cambio en el brillo de su aura. ¡Se reafirma esa luz! El matiz de sus palabras cobra mayor profundidad:

-         Que la Fuerza, la Gracia y la Luz de Dios mi Padre, sea una bendición en el corazón de mis hermanos. Zeta, el espíritu de Carolina, por el Amor del Padre Eterno Bendito, se manifiesta ante ustedes, con la alegría de saber que hoy, recibirán en sus corazones a un Maestro Iniciado que se encuentra cumpliendo la misión encomendada desde el Principio de los Tiempos, aquí, en la tierra. ¡Sed bienvenido Maestro, a esta hermandad, un eslabón más de la Cadena de la Gran Hermandad Universal!

Y el cuerpo físico de la Maestra se hace a un lado para ceder el espacio al recién llegado. Un hombre extremadamente delgado y con el rostro ajado por los setenta años de edad, empero, proyecta una energía que revitaliza a los presentes. Sus amorosos ojos reconocen a los asistentes. Esboza una amplia sonrisa que parece confundirse con la luz emanada de su cabellera encanecida de la raíz a los hombros. Alza el brazo derecho al cielo y el izquierdo señala a la tierra. Se cruzan los miembros superiores en el plexo solar y desbarata un nudo en el aire, para abrirlos en forma de cruz y formando un corazón, los sube a la cabeza en donde une las palmas de las manos para bajarlas serpenteando al ombligo y separarlas hacia los costados como alas. Chasquea tres veces los dedos medio y pulgar con igual número de palmadas. La sonoridad de su voz cimbra a los presentes:

-         ¡Qué la Fuerza, la Gracia y la Luz de la Creación... sea una Fuerza de Bendición de Dios Padre... en el corazón de mis queridos hermanos!

Y hace una pausa en el momento en que un rayo de luz azul verdoso penetra por su cabeza y le cubre hasta los píes:

-         Hermanos míos... hoy estamos reunidos... a la Fuerza, la Gracia y la Luz del Poder de la Creación... por libre albedrío y espontánea voluntad, estamos todos juntos... Es un día diferente, de alegría en los corazones... que van gestando el... ¡nuevo Ser!... sellado con el Amor de la Presencia Divina... que como focos de luz... van iluminándose... así mismos... hacia ese encuentro... Divino... que es el Poder del Origen... Y de la... creación... la firmeza y voluntad... con la que se apliquen... será el logro... y los resultados... que irán viendo a través de las manifestaciones del Poder Divino... Sepan... hermanos míos... que deben estar atentos... y al cuidado de no quedar atrapados... ya no en sus propios egoísmos... que pueden manejar libremente, sino cuidado con la... ¡tecnología... subliminal!... La tecnología subliminal que taladra el inconsciente con mucha facilidad... llevando mensajes banales de perdición.... de sexo... de droga... de poder... de subversión... de maldad.

Aspira profundamente y sus ojos parecen penetrar la profundidad del espacio:

-         ¡Manténganse alertas!... Para que sean siempre libres en sus actos y no títeres involuntarios y sin vida propia.... Recuerden, siempre deben mantener la mente en blanco para protegerse de estas ondas... dañinas... y no quedar atrapados en los mensajes subliminales y en meditaciones llenas de realidad virtual... Ustedes están siendo preparados... en una fuerza de verdad constructiva... de armonía... y de luz... ¡Sean benditos!... Consérvense en la Unidad y mantengan su mente en blanco, vigilando su propio ser... Estuvo con ustedes: Adam Kardmón. Los llevo en mi corazón.

Hace un nudo en el aire, abre los brazos formando de la cintura a la cabeza un movimiento, como de alas de ángel.

Karla tiene los ojos casi desorbitados y en voz baja comenta a su amiga, tratando de contener su excitación:

-         ¿Viste lo que yo vi? ¡Ese hombre jamás estuvo sobre el piso! Sus píes estaban flotando. Parecía que esa luz extraña que se presentó y lo cubrió todo el tiempo, lo hubiese levantado y...

-         ¡Cállate! La Maestra está en contacto con su espíritu. ¡Después de te explico! – Le dice Nayelli un poco nerviosa y apresuradamente alcanzan a recitar con el grupo:

-         ¡Id en paz, Maestro! Te guardamos en nuestro corazón.

-         ¡Gracias te damos Maestro por su sabias palabras! Esta es tu casa. ¡Esta es tu Hermandad! Por ello, con profundo respeto, te solicitamos, os quedéis un momento más, para que acompañéis a nuestros amados Maestros Ascendidos y a nuestros hermanos que fortalecen con su luz, nuestros trabajos en este día, -- pide Zeta en boca de Carolina de Serna.

Cierto es que corresponde a mi servicio que realizo con Amor al Padre. ¡Sea!

Responde al cruzar su mirada con los ojos de Karla, quien se cohíbe al sentir una rara sensación en su cuerpo. El invitado añade con ternura en su voz:

La pequeña ¡ya se consagró? – Al oír la negativa indica—: Buen día es hoy, para que la luz entre en su corazón, -- y guarda un discreto silencio mientras que el espíritu de la Maestra Carolina reinicia su manifestación:

-         Benditos sean, hermanos míos, por haber aceptado venir en este día. Damos las gracias a los Maestros Ascendidos y a la Gran Tribuna, por compartir con nosotros el momento de gozo en nuestro corazón, porque hoy se reconoce el esfuerzo realizado en los meses recientes, para consagrar el ingreso de los adeptos en esta comunidad, como miembros de la Gran Hermandad universal, en donde por libre y espontánea voluntad se trabaja en la construcción de la Obra de Dios Padre. La misión que debemos cumplir, el Despertar del Espíritu y reconocernos como Hijos del Padre Eterno, con disciplina, honor y respeto en la Fuerza del Amor y del Perdón, causa y efecto del principio de la vida que nos entregó el Creador de los Universos para el perfeccionamiento de su obra. Demos paso a la Maestra Iesitua, guía de nuestra comunidad.

Un breve silencio antecede el cambio en el brillo del aura de la contactada y después de un mensaje en lengua universal, se escucha:

-         Reciban la Luz Eterna de Dios mi Padre. ¡Todos bellos! ¡Todos hermosos! Si pudieran verse, sabrían a que me refiero queridos hermanos. ¡Hoy es un día de gozo! Y ya no son los mismos de ayer. Hoy son diferentes por reconocerse así mismos como Hijos de Dios, Herederos del Eterno Oriente. En la Fuerza de la Luz Interna de cada uno de ustedes, está el Poder Divino, aguardando el momento para manifestarse a los ojos del mundo y reconocer que Dios está vivo en ustedes y sus poderes les fueron otorgados desde el Principio de los Tiempos y hoy retoman en una forma diferente: En el Amor y en la Inmortalidad para no volver a morir. ¡Guarden esto en sus corazones y háganlo vida!

Al terminar su oración se dirige a Karla y la descalza. Con suavidad le toma de los brazos para levantarla y conducirla hacia el lugar en donde se encuentra un voluntario con el pequeño incensario que aromatiza con el humo de las esencias el ambiente. Lo eleva a su corona y repite unas oraciones incomprensibles. Lo pasa por la frente, garganta, corazón, plexo solar y piernas de Karla. Le indica que se voltee y repite la operación de píes a cabeza sin tocarla físicamente. Le llevan después a quedar de píe en el centro de la estrella de ocho picos plasmada en la cartulina y la Maestra Ascendida le unge con agua en la frente, el corazón y las manos. Un hombre de mediana edad le indica que hinque la rodilla derecha y que incline la cabeza para recibir unos granos de tierra que se pierden en su cabellera. Se yergue y en las palmas de las manos le entregan sal con la indicación de que cierre los puños para conservarla. Regresa a su lugar en silencio, en espera de que todos los asistentes realicen el mismo ceremonial.

Inquieta, desea preguntar a su amiga el significado de cada paso realizado, empero, recibe como respuesta la señal con el índice derecho sobre los labios. No se puede interrumpir la solemnidad del acto enmarcado por el recogimiento y la seriedad de los participantes. Ponen atención al brillo azul intenso que cubre a la contactada, diferente al blanco que mostraba con anterioridad.

-         !Padre!... ¡Padre!... ¡Padre!... Con humildad en nuestros corazones le pedimos que recibas esta demostración de amor de tus hijos, que se confirman en la voluntad de entregarse al servicio de tu obra divina, reconociéndose en el origen de los Hermanos Elementales que conjugados, proporcionan el vehículo temporal en que se hospeda el alma, creada por tu infinito Amor en el Principio de los Tiempos, con el Mandato Divino de evolucionar en la perfección y así, reencontrarse con su Espíritu de Luz, su Espíritu de Vida, su Espíritu de Amor. Benditos sean hoy y siempre. – Y hace una señal con las manos, formando un corazón en el aire y chasqueando los dedos tres veces para poner los brazos en cruz sobre su pecho, Una pausa y la tonalidad del aura de la Maestra retoma su brillo natural. Aspira profundamente. Mueve su cabeza en círculo y abre los ojos que iluminan su amplia sonrisa. ¡Cómo su hubiese regresado de un sueño profundo! Muestra vitalidad y alegría en sus palabras:

-         Hermanos. Podemos compartir los sagrados alimentos con los que nos bendice hoy Dios Padre.

En la cocina están dispuestas las viandas con agua fresca. Formados en fila, los cofrades cogen platos desechables para servirse la comida. Intercambian opiniones con gestos de satisfacción:

-         ¡Fuimos aceptados! Ya somos parte de la Gran Hermandad Universal. ¿Saben lo que esto implica? – Se preguntan entre ellos y coinciden en sus respuestas:

-         ¡Que debemos aplicarnos más en la Enseñanza! No podemos defraudar a nuestros Maestros que han depositado su confianza en nosotros.

Karla se escurre entre los comensales para acercarse a la Maestra Carolina, quien la observa y provoca un encuentro casual:

-         ¿Le gustó la ceremonia? ¿Cómo la vio? Es interesante conocer su opinión...

-         Estuvo muy bonita. Pero la verdad, hay muchas cosas que no entiendo, principalmente el por qué pasé a recibir esas cosas...

-         Quería ingresar a la Enseñanza ¿Ho no? ¡Ya está adentro! Está con nosotros.

-         ¡Gracias Maestra! Ya le había dicho a Nayelli que deseaba conocer lo que ella hacia aquí y, creo que es muy hermoso... pero... yo no sé nada de esto y...

-         ¿Y tú crees que todos los estamos aquí, llegamos con el Conocimiento?

-         Pues... la verdad, no sé.

-         ¡No! Todos somos Hijos de Dios, como tú, ellos y yo misma. Tenemos el Conocimiento que nos legó en el Principio de los Tiempos, pero que hemos perdido a través de las generaciones por causa de los códigos genéticos que fueron manipulados tecnológicamente por la oscuridad para esclavizarnos en el tiempo y en el espacio. Ha querido cegarnos para olvidar e ignorar nuestro origen y anular el potencial Divino que nos otorgó el Padre Creador.

-         ¿Son los poderes a que se refería el Maestro? – Inquiere la estudiante al percatarse d que los comensales dejaron de comer y tomaron asiento a su lado y en silencio están atentos a las palabras de su Maestra, quien decide ampliar su explicación:

-         En el Principio de los Tiempos, Dios creó los universos en perfecto orden y armonía. Por su infinito Amor los llenó con su creación de vida. ¡Deseaba crear su obra perfecta! Que sus hijos tuviesen el mismo Poder de la Creación. Sus primeras obras vivían en situación muy limitada, ya que sus hijos eran andróginos y para tener descendencia, deberían acudir al Padre para que les proveyera de los seres que amarían. En los planetas gemelos XL 23 y XL 27 del Sistema de Andrómeda, se logró avanzar en la formación de seres con capacidad de reproducción por medio de la procreación en la separación del hombre y de la mujer y, al mismo tiempo, en el mandato de su complementariedad, es decir, en la fusión de los dos para generar amor con esa fuerza, la fuerza de la vida.

-         ¿Y que pasó después?

-         Al percatarse de que ya no deberían solicitar autorización para crear vida y poseedores de los Poderes Divinos, esos hijos del Padre se ensoberbecieron y renegaron del Creador. Empezaron a manipular con su improvisada tecnología los códigos genéticos para sembrar la vanidad de su belleza y poder, al mismo tiempo inducir a la desobediencia y acentuar la confusión y la insubordinación hacia las leyes universales de armonía y equilibrio. Fueron enviados los Guardianes de la Creación con la intención de que reconocieran sus limitaciones y el riesgo de imponer el caos. Lejos de aceptar, se enfrentaron a los enviados del Padre, quien les permitió, en su manifestación de infinito Amor, ubicarse fuera del Universo, en el planeta 24-2-2, denso y sin el calor del sol. Inmersos en la oscuridad, se pensó que podrían despertar al arrepentimiento en la reflexión y la meditación que les llevara al reconocimiento de sus debilidades internas que les esclavizaban en el espacio y el tiempo.

-         ¿Es cómo lo describen en algunas religiones actuales? – Pregunta Karla.

-         Hay parte de la verdad que trascendió de las Escuelas Iniciáticas, pero eso lo veremos más adelante, para evitar confusión en los principios que recibimos y debemos entregar. ¿En dónde me quedé? ¡Ah! Sí, en ese lugar se incubó el resentimiento y la venganza. Con los poderes que jamás les fueron anulados, pudieron encontrar el camino de la ciencia para fabricar sus vehículos y salir del planeta. Viajaron a Marduk en nuestro sistema solar. Pero su rencor se orientó a la depredación y a la destrucción. ¡Sentían que eran los dueños del Universo! No sentían ser parte de la creación del Padre y, destruyeron ese planeta. Emigraron a Marte y acabaron con las riquezas naturales que les había proveído el Creador de los Universos y algunos optaron por construir una comunidad subterránea en ese mundo y otros enfilaron a la tierra con la intención de apoderarse del Secreto Divino, utilizado en las investigaciones que realizan los Guardianes de la Creación en tres importantes centros ubicados en la Atlántida, Lemuria y Lontananza. Al ser tan parecidos en su constitución física y astral, engañaron a los investigadores y a sus creaciones que poblaban al planeta de acuerdo con sus características climatológicas y geográficas. Poseyeron a las mujeres haciéndose pasar como dioses y les enseñaron su desnudez para despojarlas de su inocencia. Cuando los Guardianes se dieron cuenta del engaño, los habitantes y los seres de oscuridad se enfrentaron en una guerra sin cuartel. Los Maestros Ascendidos fueron vencidos y para proteger la obra de Dios, destruyeron los centros de investigación que sumado al natural reacomodo violento de la tierra, se causó la catástrofe mundial. Por mandato de Dios Padre y con la aceptación voluntaria, quedaron algunos Hijos de la Luz para ayudar a los terrenos en el aprovechamiento de la única oportunidad que se les dio para preservar la vida: La reencarnación del alma para corregirse y perfeccionarse en sus diferentes etapas de la vida encarnada y desterrar la semilla del mal. Hasta que lo lograsen, podrían reencontrar su espíritu y regresarían al servicio a Dios Padre. Estos Maestros orientaron el Conocimiento de las construcciones y modos de alimentarse. Por ello se observa la arquitectura tan similar en puntos tan distantes, porque en donde hubo tierra hoy existe agua y en donde hay agua antes fue tierra firme. También crearon las Escuelas Iniciáticas con los seres que mostraban mayor avance para conducirlos por los misterios del universo y auxiliarles en la evolución espiritual. Los rebeldes buscaron engañar de nueva cuenta y penetraron los Templos de Luz, pero por los sistemas de salvaguarda de la Enseñanza, poco pudieron ver y creyeron que poseían todo el Conocimiento para aprovecharse de la comunidad en sistemas políticos-religiosos que desvían los principios de la Creación. Para corregir ese problema, de esos templos iniciáticos en que se formaron los Grandes Maestros como Quetzalcóatl, Krishna, Zoroastro y Jesús, fieles a la Palabra Sagrada, fueron por el mundo para entregar los Principios del Universo, empero, su misión de entregar la Enseñanza fue truncada y los iniciados se convirtieron al hermetismo para evitar que el código de la Creación Divina cayera en manos de los ambiciosos de poder y destrucción. La posibilidad de rescatar a la obra de Dios fue impulsada por su infinito Amor a sus hijos. Por ello, la Gran Hermandad Universal envió a Maestros Ascendidos para contactar a los encarnados en la tercera dimensión y poder entregar la Enseñanza por medio de la transmisión del pensamiento. ¡La posesión contraria a la Ley Universal del Libre Albedrío! Los Libros Sagrados hablan de que en un tiempo, deberán formarse ciento cuarenta y cuatro mil Iniciados que recibirán a los enviados de Dios Padre, para rescatar a los Maestros Ascendidos y a los Hijos del Creador, en el Final de los Tiempos. Esa es nuestra misión y es la Enseñanza a la que pediste entrar. ¿Estás de acuerdo en seguir adelante?

-         ¡Sí! ¡Sí deseo seguir adelante!

Afirma Karla muy convencida. Antes de despedir a los miembros de la comunidad, la Maestra Carolina les informa que a partir del día siguiente pueden pasar a recoger sus medallas que se encuentran en la mesa de Consagración. A la recién adoptada le informa de los horarios y los grupos que buscan el desarrollo espiritual para que reflexione cual es el que se ajusta a sus actividades. Antes de salir, pregunta:

-         ¿Maestra, por qué Adam Kardmón se me quedó viendo? Por cierto, no nos dimos cuenta de cuando se fue, para darle las gracias.

-         El Maestro tiene la capacidad de ver el pasado, presente y futuro de las personas. Ten paciencia. Todo tiene su tiempo y su forma. Y poder medio del Conocimiento encontrarás las respuestas que buscas. ¡Ve con Dios, hermana!

Al principio, las dos amigas repasan mentalmente cada uno de los elementos de la ceremonia de equinoccio que, al mismo tiempo, fue de adopción de nuevos aspirantes. Nayelli se sobresalta al romperse el silencio con las inquietudes de Karla:

-         ¡Oye! Me dijiste que lo que no entendiera lo preguntara después. ¿Qué significa la estrella de ocho picos?

-         Como lo entiendo, es que somos nosotros mismos.

-         ¡Órale!

-         No te adelantes. ¿Te fijaste bien como es la estrella?

-         ¡Claro!

-         Entonces, te acuerdas que es el trazo en una sola línea. Sin embargo, con un poco de atención se descubre que son dos estrellas de cuatro picos cada una, en donde se forma una cruz perfecta. Por su ubicación, descubres que una estrella señala los puntos cardinales, lo que equivale a nuestro espacio y la otra muestra los cuatro elementos de la naturaleza; agua, tierra, aire y fuego, la base del cuerpo humano...

-         ¿Somos fuego?

-         ¿No lo crees? ¡Y sí! ¡Sí somos fuego! ¿Qué pasa cuando respiras? Entra el aire por los pulmones y por medio de la combustión interna oxigena la sangre. Pero el concepto esotérico es más profundo que el físico. Por medio de esa combustión respiratoria ayudada por ejercicios y preparación corporal y mental, se puede encender la energía interna que se encuentra en las chacras para conectar el cuerpo físico con el astral.

-         Suena lógico.

-         Bien. Ahora, observemos esas dos estrellas separadas y al mismo tiempo unidas por el punto geométrico del centro, simbolizado por el signo de Orión, equivalente a la llave interior o el reconocimiento del espíritu. Si te diste cuenta, hay dos escuadras en el Norte y en el Sur, también doradas. El Norte es la orientación o la fuerza de la voluntad y el Sur es el Conocimiento. Cuando identificamos nuestras imperfecciones y empezamos a corregirlas con la voluntad, es el momento en que podemos girar la estrella de cuatro puntos para sobreponerla o fusionarla con la otra. Se encuentra así, la llave de la puerta que nos conducirá a la Iniciación en la sabiduría milenaria y el despertar de los poderes internos que hemos adormilado a través de los siglos.

-         Es muy interesante. ¡Oye! ¿Crees que puedo participar en tu grupo? Así no me sentiré tan rara y nos acompañamos para ir y regresar.

-         Como dijo la Maestra: “Sea bienvenida mi hermana”

Llegan a la casa de Nayelli, se despiden y con profunda emoción Karla se dirige a su hogar.

-         ¡Qué experiencias tan padres viví hoy!

Piensa al dejar el automóvil en el patio trasero de la residencia. Al ver la luz encendida en la recamara de sus padres, toca la puerta y entra para saludar con un beso. Está fatigada y rápidamente se despide para ir a su alcoba en donde rápidamente alcanza el sueño profundo.

 

 

 

Escucha una voz conocida. Busca el punto de origen y se maravilla: Una mujer tan hermosa. Alta y delgada. De facciones afiladas, enmarcadas por una larga cabellera ondulada que emite rayos de luz blanca azulada. Una cinta morada en la frente sin obstaculizar el diamante azul-verdosos del entre cejo. La túnica brillante, con tirantes en los hombros. Tiene los brazos extendidos y sus ojos cobijan con el amor a la convocada quien pregunta:

-         ¿Iesitua?

-         ¡Sí, mi pequeña! Soy yo. He venido para llevarte de paseo. Dame tu mano.

Tomadas de las manos flotan en el ambiente. La nueva adepta observa entusiasmada como salen de la casa y como las luces de la colonia, después de la ciudad, reducen su tamaño. Eluden los satélites militares y la conductora le señala la Luna con una base espacial en la superficie de su cara oculta. En el anillo de Saturno se divierten con los diez satélites y pasan por construcciones transparentes, como si fuesen de hielo con los colores azulados y plateados. La Maestra señala con el índice la Estrella de Orión. ¡Hacia allá se dirigen! En su viaje están protegidas por esferas de luz. ¡La galaxia es tan pequeña! Llegan a un planeta. A lo lejos parecía un sol y sin embargo, es un brillo generado por la comunidad en constante movimiento. Es tan parecida a una Acrópolis griega.

Descienden suavemente sobre el piso de cristal. Todos los seres parecen conocerse. Se saludan con una cálida sonrisa. ¡Qué raros! Son de color blanco y con las cabezas en forma de huevo, en donde sobresalen los inmensos ojos tan asimétricos a la pequeñez de la boca y las fosas nasales casi imperceptibles. Los cuerpos delgados y brillantes. Al saludar se llevan la mano derecha al corazón y con los dedos meñique y anular recogidos y el índice y el cordial rectos, alzan la mano al cielo para bajarla, rozar los labios y seguir al plexo solar en donde descansan los brazos en una posición de cruz sin que desaparezca su amplia sonrisa. Carecen del dedo pulgar. Sobre una alfombra transparente, son trasladas a la puerta de un templo gigantesco con un triángulo en la parte superior y sostenidas por fuertes columnas. La Maestra toca el portal con el puño al tiempo de entonar una dulce melodía en un idioma extraño para la postulante. Se abren las puertas y al ingresar, observa el decorado de oro y plata. El amplio pasillo les conduce a un salón custodiado por seres inmensamente bellos, portadores de espadas flamígeras y ropajes sencillos pero elegantes. A los lados del rectángulo se encuentran de píe hombres altos de diferentes edades y vestimentas. Con miradas y sonrisas amorosas, son recibidas.

Al centro, se encuentra un pedestal con tres luces encendidas. En el fondo, mira a otros personajes que se dirigen a su encuentro. La colocan frente a las tres luces, en donde le entregan un libro blanco con bordes dorados al momento en que los presentes inclinan sus cabezas y mantienen sus brazos en cruz en el pecho. Es imposible pero cierto: Entiende lo que el director le dice:

-         Los Guardianes de la Obra del Padre te entregan en libro a custodia.  ¡Sea la Voluntad del Creador de los Universos!

Despierta sobresaltada y con el sudor que perla su frente, sabe que realizó un importante esfuerzo. Internamente se siente llena de gozo y empieza a tranquilizar su ritmo respiratorio:

-         ¡Qué sueño tan padre acabo de tener! Todo parecía tan real. Aun siento la tersura de esa mano que me guiaba y ese exquisito olor a perfumes.

Reafirmando las imágenes en su mente, se acomoda para retomar el sueño. Recibe con agrado la suave voz femenina:

-         ¡Créelo! Es cierto. ¡Acuérdate! ¡Acuérdate! ¡Acuérdate!

 

 

 

Capítulo VI

Los Misterios de Karla

Capítulo VIII

La Encrucijada de Martiniano

 

 

 Adam Kardmón, la conspiración del fin del fin del mundo Ó.

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